Durante las últimas semanas hemos asistido a la presentación de los dos primeros smartphones con pantalla flexible. Hablamos de los Samsung Galaxy Round y LG G Flex.
Evidentemente ambos destacan por su estética, pero su diseño curvo no
busca solo atraer al cliente por la imagen del producto. La curvatura
del display también aportará importantes novedades a nivel técnico.
Desde hace tiempo escuchábamos que los smartphones del futuro
integrarán un display flexible, curvo, aunque a esta idea siempre se le
ha asociado prototipos de terminales con carcasas igualmente flexibles.
No es el caso, al menos por ahora, ya que esta novedad tecnológica no
solo busca atraer las miradas de los potenciales clientes. Detrás se
esconden mejoras técnicas de consideración.
Algo más que un diseño poco convencional
Los Samsung Galaxy Round y LG G Flex son algo más que dispositivos con los que innovar en diseño. Y es que las pantallas flexibles que incluyen ofrecen propiedades ópticas que repercutirán positivamente en la experiencia de usuario. Son algunas de las conclusiones a las que han llegado desde DisplayMate, una organización especializada en el análisis de pantallas y tecnologías asociadas a estas.
Shoot-up, controlando los reflejos
Una de las principales ventajas de las pantallas flexibles es que su curvatura ofrecerá una mayor visibilidad en ambientes luminosos como exteriores. La razón habría que buscarla en el reflejo de la luz sobre la pantalla, entre otros efectos ópticos. El resultado son imágenes más nítidas, con más contraste y colores más reales. En el caso del Samsung Galaxy Round, la curvatura del display OLED es muy ligera. Los bordes de ésta tan solo se elevan del centro de la misma una distancia de 2.66 milímetros. Sin embargo es suficiente para evitar el reflejo.
0 comentarios:
Publicar un comentario